lunes, 11 de octubre de 2010

Los Espacios Naturales más emblemáticos de Parla, condenados al exterminio.

El Futuro Plan de Ordenación Urbana de Parla, que en estos momentos se encuentra en fase de tramitación, supone una seria amenaza para la continuidad de las numerosas especies que habitan en los espacios naturales más representativos del municipio.

De esta forma, lugares como el cerro de La Cantueña, el arroyo Humanejos o las estepas de la Avutardera de Parla corren seria amenaza de desaparecer y con ellos su rica flora y fauna autóctona.

A pesar, de las numerosas evidencias existentes sobre los valores ecológicos de estos espacios naturales, reiteradas en numerosas ocasiones por grupos ecologistas, y algunos científicos, los diversos gobiernos municipales nunca las han tenido en cuenta.

De esta forma, se ha llegado a la situación actual, cuando el actual gobierno municipal ha decidido acabar definitivamente con estos espacios naturales, tan emblemáticos de Parla, no teniendo en cuenta ni siquiera la declaración del 2010 como el Año de la Biodiversidad Biológica, como han hecho otros municipios próximos, los cuales preparan la declaración de reservas naturales municipales y/o elaboran listados sobre su biodiversidad biológica con el propósito de conservarla. Todo lo contrario a las pretensiones del gobierno municipal parleño, cuyo único objetivo es la destrucción de toda su biodiversidad natural a toda costa, negando continuamente su existencia sin argumentos, dando únicamente prioridad absoluta a los planes urbanísticos y de infraestructuras, con el absurdo convencimiento de que el ser humano puede vivir alejado de la naturaleza más cercana.

Así por ejemplo, en el cerro de La Cantueña el gobierno municipal tiene proyectado la creación de un gran parque urbano, para lo cual tendrá que destruir el ecosistema actual y con él todos sus valores ecológicos, es decir, su gran riqueza florística, compuesta por 296 especies botánicas hasta el momento, entre las que hay que destacar sus 12 endemismos ibéricos, como pueden ser por ejemplo Hippocrepis commutata, Onobrychis matritensis o Scabiosa galianoi y sus 5 endemismos ibero-magrebíes entre los que destaca Retama sphaerocarpa, Cerastium gracile o Biscutella auriculata y 35 especies amenazadas de extinción local, como pueden ser Rumex roseus, Lavatera cretica o Cistus clusii siendo para la mayoría este espacio natural su último refugio en el término municipal, además este cerro alberga ciertas especies botánicas de gran interés biogeográfico, al tener un carácter finícola, constituyendo para ciertas especies el límite occidental de su área de distribución en la Comunidad de Madrid. También hay que mencionar sus poblaciones relictas de olivos y almendros, de gran valor ecológico y sociocultural.

En cuanto a la fauna, en este cerro se refugian innumerables especies de invertebrados, entre las que destacan Candidula intersecta, caracol de distribución norteña de gran valor biogeográfico, al presentar una población relicta en este cerro; diversas especies de escarabajos coprófagos amenazados de extinción, así como otras muchas especies de gran interés ecológico, entre las que destacan las 25 especies de mariposas diurnas, de las cuales 5 especies están amenazadas de extinción tanto a nivel local como regional, al ser especies escasas y localizadas. Entre las numerosas especies de mariposas nocturnas, estaca la mariposa nocturna más grande de Europa, estando protegida legalmente. Entre los vertebrados hay que mencionar más de 12 especies de mamíferos, 91 especies de aves, entre las que hay que mencionar 9 especies de rapaces diurnas, 3 especies de rapaces nocturnas y 32 especies de aves esteparias y 7 especies de reptiles.

En cuanto al paisaje, hay que mencionar que en este cerro están presentes hábitats recogidos en la Directiva comunitaria 92/43/CEE del Consejo de 21 de mayo, como son los matorrales halonitrófilos, los matorrales termomediterráneos y preestepicos, -entre los que se incluyen los retamares y tomillares con sus especies asociadas-, y las zonas subestépicas de gramíneas y anuales del Thero-Brachipodietea, siendo este un hábitat prioritario en su conservación.

En cuanto al arroyo Humanejos, el ayuntamiento de Parla tiene proyectado su transformación en un parque urbano lineal que recorrerá su cauce, haciendo desaparecer este valioso ecosistema de ribera, el cual se ha visto muy afectado con la construcción del Hospital de Parla.

Entre los diversos valores ecológicos que desaparecerán, destaca sin duda su valioso bosque de ribera, el cual presenta una buena regeneración en ciertos tramos. Dicho bosque esta formado por 10 especies de árboles autóctonos, y por algunos otros alóctonos, -plantados por el propio ayuntamiento hace 15 años, como parte de un proyecto mal planificado de recuperación forestal de este arroyo-. Asimismo, el sustrato arbustivo y herbáceo asociado al sustrato arbóreo ribereño posee un gran valor ecológico debido al especializado nicho ecológico que ocupan y sin duda, a la extraordinaria variedad de especies que lo integran, ya que se han contabilizado 268 hasta el momento, de las que 5 especies son endemismos ibéricos y otros 5 son endemismos ibero-magrebíes.

En cuanto a la fauna, este arroyo alberga un gran biodiversidad faunística, contando con 17 especies de mamíferos, -entre los que cabe citar la presencia en fase de dispersión de ejemplares de lince ibérico-, 121 especies de aves,-de las que 15 son rapaces diurnas, 4 rapaces nocturnas, 25 especies de aves acuáticas y 53 especies de aves forestales, siendo el resto aves esteparias presentes en cultivos circundantes, 7 especies de reptiles, 5 de anfibios y 172 especies de invertebrados observadas hasta el momento, -entre los que destacan sus 28 especies de mariposas diurnas y 17 especies de mariposas nocturnas, contabilizadas hasta el momento, así como algunos escarabajos de interés como el endémico y amenazado escarabajo-avispa español o los escarabajos coprófagos. En este cauce existió hasta hace unos años una población relícta de cangrejo de río autóctono (Austropotamobius pallipes).

El arroyo Humanejos alberga diversos hábitats recogidos en la Directiva comunitaria 92/43/CEE del Consejo de 21 de mayo, como son los ríos de orillas fangosas con vegetación de Chenopodion rubri p.p. y de Bidention p.p., los ríos mediterráneos de caudal permanente del Paspalo-Agrostidion, con cortinas vegetales ribereñas de Salix y Populus alba, y los prados húmedos mediterráneos de hierbas altas del Molinion-Holoschoenion (junqueras).

El valor ecológico del arroyo Humanejos no se limita a lo ya descrito, como todos los sotos de ribera, aporta una serie de beneficios que hay que tener muy en cuenta. Su soto estabiliza las riberas, actuando eficazmente contra la erosión del suelo, regulando las avenidas. Las plantas ribereñas, especialmente los árboles atraen hacia la superficie con sus profundas raíces las aguas subterráneas, aumentando así la humedad relativa atmosférica, su sombra regula la temperatura diurna, frenando con su frondosidad los vientos fuertes, abrigando en los días más fríos del invierno, crean un medio ambiente terrestre y acuático muy acto para la vida, siendo un refugio y una zona de reproducción privilegiada para la fauna y la flora silvestre, diversifica el paisaje monótono de las estepas agrícolas circundantes, etc. …

Para terminar, las celebres estepas de la Avutardera de Parla, desaparecerán al estar contemplada su destrucción por el desmesurado Parque Tecnológico y Empresarial del PAU-5, que se extenderá por más de cinco millones de metros cuadrados, estando en la actualidad adjudicado el 75 % del suelo municipal, llegándose al 80% a final de año.

Es obvio, que para el gobierno municipal la única prioridad existente en Parla es la creación de negocios, olvidando su obligación de conservar los ecosistemas y las especies protegidas y escasas que habitan en el término municipal.

De esta forma, el gobierno municipal ha obviado toda la riqueza natural que albergan estas ancestrales y legendarias estepas, a pesar de existir en ellas hábitats y especies de gran valor ecológico, como son los humedales estacionales (estanques temporales mediterráneos) y las zonas subestépicas de gramíneas y anuales del Thero-Brachipodietea, siendo estos dos tipos de hábitats, prioritarios en su conservación, según la Directiva comunitaria 92/43/CEE del Consejo de 21 de mayo, así como taxones faunísticos y botánicos de gran valor ecológico.

Estas estepas albergan, 14 especies de mamíferos, entre los que destaca la endémica liebre ibérica (Lepus granatensis), la musaraña gris (Crocidura russula), o la comadreja (Mustela nivalis), entre otros. Las especies de aves contabilizadas ascienden hasta las 102, que frecuentan la zona como reproductoras, invernantes o como zona de alimentación y paso migratorio. Entre ellas, sobresalen las aves esteparias como la calandria común (Melonocorypha calandra), la terrera común (Calandrella brachydactyla), la collalba rubia (Oenanthe hispanica), la golondrina dáurica (Hirundo daurica), el abejaruco (Merops apiaster), el alcaudón real meridional (Lanius meridionalis), el muy amenazado cernícalo primilla (Falco naumanni), el halcón peregrino neblí (Falco peregrinus peregrinus), el aguilucho cenizo (Circus pygargus), la lechuza común (Tyto alba), el mochuelo común (Athene noctua), la perdiz roja (Alectoris rufa), la codorniz común (Coturnix coturnix) el alcaraván común (Burhinus oedicnemus), el sisón común (Tetrax tetrax) o incluso una pequeña población de avutardas (Otis tarda), que intentan establecerse en sus antiguos predios.

Entre las aves acuáticas, son de mencionar especies de gran valor ecológico y muy representativas de los diversos humedales dispersos por esta estepas, algunas de ellas son, el zampullín común (Trachybaptus ruficollis), el ánade real o azulón (Anas platyrhynchos), la garza real (Ardea cinerea), la garcilla bueyera (Bubulcul ibis), la cigüeña blanca (Ciconia ciconia), el aguilucho lagunero occidental (Circus aeruginosus), la gallineta común (Gallinula chloropus), la focha común (Fulica atra), la cigüeñuela común (Himantopus himantopus), el chorlitejo chico (Charadrius dubius), la avefría común (Vanellus vanellus) , el archibebe común (Tringa totanus), el andarríos grande (Tringa ochropus), el andarríos chico (Actitis hypoleucos), la gaviota sombría (Larus fuscus), la lavandera cascadeña (Motacilla cinerea) o el buitrón (Cisticola juncidis), entre otras especies.
En paso migratorio o en fase de dispersión se pueden observar en estas estepas aves tan emblemáticas como el buitre negro (Aegypius monachus), el buitre leonado (Gyps fulvus), el águila calzada (Hieraaetus pennatus), la culebrera europea (Circaetus gallicus), la tarabilla norteña (Saxicola rubetra), la bisbita campestre (Anthus campestris), los endémicos papamoscas cerrojillo ibérico (Ficedula hypoleuca iberiae), y mosquitero ibérico (Phylloscopus ibericus), entre otras especies.

En estas estepas habitan hasta 6 especies de reptiles, como la lagartija cenicienta (Psammodromus hispanicus), el lagarto ocelado (Lacerta lepida) o la culebra de escalera (Rhinechis scalaris), endemismos ibero-galos de gran valor ecológico y biogeográfico. En las estepas y humedales de la zona se encuentran las últimas poblaciones 4 especies de anfibios, grupo animal amenazado globalmente, algunas endémicas como el sapo partero ibérico (Alytes cisternasii).
En referencia a la flora de estas estepas, hay que destacar la presencia de ciertos taxones arvenses como Scilla bifolia, taxón únicamente conocido por la bibliografía en el territorio madrileño, el endemismo ibérico Euphorbia matritensis, Rumex roseus, taxón escaso de distribución ibérica dispersa, el Tanacetum microphyllum, interesante taxón procedente de introgresion luso-extremadurense, la Retama sphaerocarpa, endemismo ibero-magrebí. Así como otras especies pratenses de gran interés ecológico como Spergularia purpurea, Andryala integrifolia, Lupinus angustifolius, Linaria spartea, Globularia vulgaris, Campanuda rapunculus, Chrozophora tinctoria etc.

Los humedales estacionales existentes en estas estepas- lagunas de Sancha Barca, de la Fuente, de la Colada de Pajeros, etc., poseen un gran interés florístico, al existir en ellos especies como Lythrum thymifolia, Heliotropium supinum, Verbena supina, Myosurus minimus, etc. todas ellas son especies escasas, al habitar en un hábitat poco frecuente, junto a ellas aparecen otras especies de gran valor ecológico como Eleocharis palustris vulgaris, Scirpoides holoschoenus, Carex divisa, Pulicaria paludosa, Ranunculus sceleratus, Glyceria declinata, Typha latifolia, Tamarix canariensis, Salix salviifolia, Salix atrocinerea, taxones en su mayoría también poco frecuentes o incluso algunos de ellos endémicos de la península Ibérica.

domingo, 4 de octubre de 2009

Respuesta a David desde ARBA-Madrid Sur.

Debido al exceso de caracteres del siguiente texto, ARBA-Madrid Sur contestará desde aquí al comentario realizado por David, relativo a la noticia titulada “Los valores ecológicos del cerro de La Cantueña, más amenazados cada día”, no utilizando en esta ocasión el apartado de este blog destinado a los comentarios.

A pesar de que la zona elegida para el emplazamiento del nuevo parque de bomberos estaba fragmentada por la carretera M-408 y la línea C4 de Cercanías, eso no quiere decir que la zona no tuviese su valor ecológico. Muchas zonas fragmentadas, poseen un alto valor ecológico, pues albergan plantas singulares y/o fauna que dependen muchas veces de estos reducidos lugares para desarrollar su ciclo vital y sobrevivir en un ambiente hostil.
Con la construcción del parque de bomberos, se ha contribuido a confinar más aun los territorios colindantes y el propio cerro de La Cantueña, robando un trozo más de territorio a la fauna y flora que habitaba en él, creando molestias a la fauna de los alrededores, por el transito frecuente de los vehículos del parque. Seguro que este parque de bomberos podría haberse instalado en un lugar más adecuado para no causar un impacto ambiental, pero el valor ecológico que este ayuntamiento otorga al Cerro de la Cantueña, es nulo.
Es incierto que la presencia del parque de bomberos impida, ni siquiera en parte, que los vertidos ilegales continúen, tampoco es la mejor alternativa para solucionar el tema. Si los vertidos se producen, es por falta de sensibilidad y por la dejadez del ayuntamiento de Parla. Una cosa es la propaganda institucional que realiza este ayuntamiento y otra cosa bien distinta es que el tema le parezca realmente importante. Los vertidos desaparecen solo cuando una zona se urbaniza.
Que en estas parcelas no hubiese más de 20 olivos, no quiere decir que estos no tuviesen un gran valor ambiental y ecológico. Estos árboles, eran al menos centenarios, albergaban una comunidad natural cuyo ciclo biológico dependía de estos árboles, los cuales formaban unos de los escasos los olivares que quedaban en Parla ese año. Si en ese año solo había unos 20 árboles, es porque con la construcción de la trinchera del tren de cercanías muchos de estos olivos fueron eliminados, quedando solo esos 20 olivos. De hecho estos árboles pertenecían al extenso olivar que hace años se extendía por toda esta zona, llegando hasta las puertas del barrio de San Ramón.
Es evidente, que para el ayuntamiento de Parla los olivares son una reminiscencia del pasado que estorba a la imagen urbana y moderna que se le quiere dar a Parla, por ello no le otorga el valor ecológico y social que deberían tener. Así cada año, desaparecen más de las escasas hectáreas que hoy quedan.
Te equivocas con tu afirmación, deberías haber leído primero el cartel que existe junto a este depósito de agua. Dice claramente “proyecto de construcción para suministro de agua de riego con agua reutilizable; Municipio de Parla”. Por lo visto no recuerdas, que en el nuevo PGOU de Parla se proyecta en el cerro de la Cantueña la instalación de un nuevo parque urbano, provocando así la destrucción de sus valores ecológicos. Este depósito no tiene otra misión que el riego del parque proyectado.
Claro que la conducción se dirige a Parla, porque es de allí desde donde se trae el agua del Canal de Isabel II para el riego del Parque y se almacena en el depósito. Te equivocas una vez más, el parque urbano que se proyecta en el cerro de La Cantueña, esta ubicado en terrenos del municipio Parla. El ubicado en el término de Fuenlabrada es otro creado anteriormente.
En relación con este nuevo tendido eléctrico, decirte que te confundes de nuevo, este tendido no se encuentra más al norte del camino que desciende al PI, sino al sur del mismo, en lo alto de la meseta de La Cantueña-Buenavista, atravesando los parajes de El Barranco del Lobo-Recuenco, cruzando los términos municipales de Parla y Fuenlabrada.
Lo importante en todo caso, es el impacto ambiental que este tendido causa en la avifauna y el paisaje de los cerros de La Cantueña y de Buenavista, es decir de su diseño y ubicación, no del municipio donde se encuentra o que atraviesa.
Tanto el ayuntamiento de Parla como el de Fuenlabrada deberían impedir el paso de más tendidos por estos territorios, sino es así, es por el nulo valor ecológico que les otorgan. La foto por tanto no sobra, sino que posee un gran valor documental.
Decirte que el inventario de fauna y flora es fruto de una larga investigación personal, que dura ya más de 20 años de esfuerzos, soledades y alegrías. Es ingenuo pensar que la fauna y la flora de estos cerros puedan interesar como para describirlos en un libro, estos territorios no valen nada para la mayoría de la gente, ¿de que libro podrían proceder?. ¿Qué publicación profundiza lo suficiente como para enumerar, al menos, toda la fauna y toda la flora de estos cerros?.
Lo parte mala, es estar prácticamente solo defendiendo y estudiando el Sur de Madrid.

Fdo. ARBA-Madrid Sur.

sábado, 3 de octubre de 2009

El carrizal de Los Albardales sepultado por una gran escombrera

Los Albardales, es un valioso carrizal del municipio madrileño de San Martín de la Vega, (Madrid), que esta siendo sepultado por el ayuntamiento de esta localidad con toneladas de escombros.
Este carrizal, situado a menos de 1km del rió Jarama, se inunda con las aguas de riego sobrantes de los maizales situados en parajes de mayor altitud, así como por las aguas procedentes del acuífero subterráneo.
La mencionada escombrera ha hecho desaparecer ya una gran parte del carrizal y continúa avanzando gradualmente hasta que termine por sepultarlo en su totalidad.
Debido a su gran valor ornitológico, este carrizal estaba declarado por el ayuntamiento como “Reserva Ornitológica de Los Albardales”, siendo gestionado por SEO/BirdLife.
Acogía numerosas especies de aves acuáticas a lo largo del año, así en él se podían observar el ánade azulón (Anas platyrhynchos), la avefría común (Vanellus vanellus), la cigüeñuela común (Himantopus himantopus), la garcilla bueyera (Bubulcus ibis), el andarríos chico (Actitis hypoleucos), la focha común (Fulica atra), la gallineta común (Gallinula chloropus), aguilucho lagunero occidental (Circus aeruginosus), y pequeños pájaros palustres, como el carricero tordal (Acrocephalus arundinaceus), la buscarla unicolor (Locustella luscinioides), el buitrón (Cisticola juncidis), el ruiseñor bastardo (Cettia cetti), el bigotudo (Panurus biarmicus), etc.
Con el carrizal casi desaparecido, solo las especies más adaptables están presentes en la actualidad, aunque no por mucho tiempo.
En cuanto a la flora que actualmente cree en este carrizal venido a menos, destaca la población de malvavisco loco (Lavatera triloba), malvácea endémica de Iberia y el Magreb. La importancia de esta planta radica sobre todo, en ser la única planta nutricia de un insecto endémico amenazado de extinción, el escarabajo–avispa español (Neoplaginotus marcae).
Con el avance paulatino de la escombrera, otra población más de malvavisco loco esta condenada a desaparecer del centro peninsular y con ella una nueva oportunidad para conservar otra población del amenazado escarabajo–avispa español, a pesar de que dicho carrizal se encuentre teóricamente protegido, al estar ubicado en el interior del Parque Regional del Sureste.

viernes, 17 de julio de 2009

Descubrimos un nueva población del escarabajo-avispa español en Pinto (Madrid)

En un artículo publicado en este blog en octubre de 2008, se anunció el descubrimiento de una nueva población de escarabajo-avispa español (Neoplagionotus marcae) en las inmediaciones del arroyo Humanejos, el cual cruza la localidad madrileña de Parla.

El pasado 10 de julio, descubrimos una nueva población de este coleóptero endémico amenazado de extinción en el paraje pinteño de Los Estrágales, a solo
4’5 kms de la anterior localización en línea recta.
Sobre una población de malvavisco loco (Lavatera triloba triloba) de más de 30 ejemplares constituida por plantas de diversas edades, descubrimos hasta 10 ejemplares, alimentándose en dicha malvácea.

Esta nueva localización, contribuye al conocimiento del área de distribución real de este coleóptero amenazado, siendo una oportunidad más para su conservación. Su presencia en el paraje de Los Estrágales, eleva el valor ecológico de este paraje, ya de por sí de alto valor ecológico.

En él, se desarrolla una variada y valiosa flora mediterránea, con numerosos endemismos ibéricos e ibero-magrebíes, y taxones escasos en la región madrileña, como Colchicum triphyllum, Alyssum montanum, Lythrum flexuosum, Echinops strigosus o Cerastium dichotomum, etc., estando algunos de ellos en el límite occidental de su distribución regional, como es el caso de Ephedra nebrodensis.

La fauna también es un elemento a tener en cuenta en este paraje. Los Estrágales constituyen un hábitat inmejorable para especies de hábitos esteparios o acuáticos. Así, multitud de invertebrados, -especialmente lepidópteros y coleópteros-, y anfibios, reptiles y mamíferos, pero muy especialmente aves, -con 133 especies- otorgan a este paraje un alto valor natural.

Característica de estos paisajes abiertos, la avifauna esteparia se encuentra muy bien representada en Los Estrágales. Así, en sus estepas habitan valiosas poblaciones reproductoras de sisón
(Tetrax tetrax), alcaraván (Burhinus oedicnemus), codorniz común (Coturnix coturnix), perdiz roja (Alectoris rufa), búho campestre (Asio flammeus), calandria común (Melanocorypha calandra), collalba rubia (Oenanthe hispanica), etc., pero especialmente de aguilucho cenizo (Circus pygargus), estando considerada esta población la mejor de la Comunidad de Madrid y una de las de mayor calidad de la península Ibérica, tanto por densidad de parejas como por su alta productividad.

Otras aves esteparias, como el cernícalo primilla
(Falco naumanni) o el halcón peregrino (Falco peregrinus) acuden a este paraje en busca de presas. Durante la invernada, pueden observarse ejemplares invernantes de aguilucho pálido (Circus cyaneus) o bandos de avutardas (Otis tarda), alondras comunes (Alauda arvensis) y fringílidos.

Los Estrágales, son un magnífico corredor ecológico para las aves que se desplazan desde el Parque Regional del Sureste a la IBA de “Torrejón de Velasco-secanos de Valdemoro, o viceversa. De esta manera, pueden observarse avutardas, aves rapaces, limícolas, etc. que cruzan este paraje.

Cuando los humedales estacionales que salpican la estepa cerealista se encuentran inundados, son numerosas las aves acuáticas que desarrollan su ciclo biológico en ellos. La cigüeñuela común
(Himantopus himantopus), la avefría común (Vanellus vanellus), el ánade azulón (Anas platyrhynchos), el ánade friso (Anas strepera), la focha común (Fulica atra), la gallineta común (Gallinula chloropus), el chorlitejo chico (Charadrius dubius), el andarríos chico (Actitis hypoleucos), la lavandera boyera ibérica (Motacilla flava iberiae), el buitrón (Cisticola juncidis), etc., se reproducen en estos humedales.

Durante el invierno, se suman a las aves sedentarias otras que acuden a estos humedales para invernar. De este modo, la garza real
(Ardea cinerea), el pato cuchara (Anas clypeata), la agachadiza chica (Lymnocryptes minimus), la agachadiza común (Gallinago gallinago), el chorlito dorado europeo (Pluvialis apricaria), la gaviota sombría (Larus fuscus), o incluso el zarapito real (Numenius arquata) pueden observarse en esta época del año en este paraje.

En otoño y especialmente en primavera, se pueden observar en Los Estrágales el paso migratorio de diversas especies de aves acuáticas que vuelven o se dirigen al norte y centro de de Europa.

Entre estas aves son de destacar la grulla común
(Grus grus), el archibebe común (Tringa totanus), el archibebe claro (Tringa nebularia), el andarríos grande (Tringa ochropus), el combatiente (Philomachus pugnax), el ánade rabudo (Anas acuta), la cerceta carretona (Anas querquedula) o el avión zapador (Riparia riparia), permaneciendo la mayor parte de estas aves unos días en los humedales, mientras reponen fuerzas para continuar su viaje migratorio.

Para terminar, hay que citar algunas especies de aves acuáticas que eligen los humedales de Los Estrágales para alimentarse, entre estas especies son de mencionar el aguilucho lagunero occidental (
Circus aeruginosus), la garcilla bueyera (Bubulcus ibis), la cigüeña blanca (Ciconia ciconia) o el rascón (Rallus aquaticus). Además otras aves, como la avoceta común (Recurvirostra avosetta) y la aguja colinegra (Limosa limosa), veranean en estos humedales.

Resulta increíble la obsesión de ciertos gobernantes y empresarios por realizar proyectos desarrollistas desmedidos, aunque estos signifiquen la destrucción de enclaves naturales únicos. Esta megalomanía y la falta de respeto hacia la Naturaleza que conlleva, ha puesto a Los Estrágales en su punto de mira.

Así, a pesar de tanta riqueza natural, Los Estrágales han despertado la codicia de ciertos empresarios y políticos que ven en este espacio natural otro tipo de riquezas, encontrándose así desprotegidos ante diversos proyectos que constituyen una seria amenaza para su continuidad.

Estos proyectos son: la macro-urbanización “Punctum Millenium”, que ocuparía más 4.000.000 m². , el Espacio del Motor que ocuparía 5.000.000 m²., el cual contaría con un circuito oficial de Fórmula 1 y motociclismo y una ciudad temática en torno al mundo del motor, con pistas de karts, quads, 4x4, trial, escuelas de educación vial, zonas de prueba de coches, centros de ocio, etc., además de la construcción de unas 7.500 viviendas y un área industrial. Y para terminar, la prolongación de la autovía M-410 desde la localidad de Parla en su enlace con la A-42 hasta Valdemoro enlazando con la A-4. Esta infraestructura dividiría Los Estrágales, causando una fragmentación del territorio catastrófica para la fauna.

Resulta inadmisible la desprotección legal que aun hoy en día padecen Los Estrágales, aun poseyendo un alto valor ecológico, lo cual favorece las ansias especuladoras de unos pocos, que anteponen a toda costa sus intereses personales, al bien común, en este caso la conservación de parajes únicos.

Así, parajes como Los Estrágales y otros muchos del sur de Madrid permanecen marginados, al margen de la protección de la Naturaleza que pregonan tantas veces los políticos de turno.

En la actualidad, no existe ni un solo espacio natural protegido legalmente en la comarca de La Sagra oriental madrileña, fiel reflejo del desprecio de la clase política por la Naturaleza de esta asombrosa comarca.

La conservación del amenazado escarabajo-avispa español resultaría milagrosa, ante circunstancias tan adversas.

domingo, 21 de junio de 2009

BOSQUICIDIO EN MARRUECOS

Miren la foto. ¿No se les saltan las lágrimas? ¿No sienten al menos un escalofrío?.
Más de cinco siglos de vida, quizá mil años, convertidos en un gigantesco tarugo de madera olorosa, a lomos de un destartalado camión aparcado en una desforestada planicie frente a las desnudas montañas de donde se arrancó a este viejo cedro del Atlas (Cedrus atlantica).
¿Cuántas historias podría habernos contado, cuánta magia trasmitido, cuánto amor comunicarnos?.

Hoy ya no existe.

Convertido en anodinos tablones, habrá servido para hacer puertas con las que cerrar de las miradas indiscretas los palacetes de los nuevos ricos occidentales. Para proteger con el debido lujo nuestras propiedades privadas, dándole al mismo tiempo un toque "cool" y étnico a nuestras mansiones.
La imagen, publicada en el Foro Andaluz de la Naturaleza, evidencia una triste realidad. En los últimos 20 años ha caído bajo el hacha implacable el 60% de los bosques de cedro de Marruecos, especialmente los ejemplares centenarios, los más valiosos para el ecosistema, pero también los más apetecibles para el mercado internacional de la madera.
Por si fuera poco, la expansión del cultivo de cáñamo indio (Cannabis indica) para abastecer de hachís a Europa está causando una grave deforestación en las montañas del Rif, en lugares tan emblemáticos como la región de Ketama. Y lo que no talan los agricultores lo degradan los ganaderos quienes, azuzados por el hambre, están sometiendo a este frágil bosque a un sobrepastoreo insostenible.
Más al sur, en el Atlas Medio, el avance del desierto y el aumento de la cabaña ganadera está dando lugar a un terrible bosque, el de los cementerios de cedros, antiguos cedrales de cuyos arboles muertos apenas quedan ya sus esqueletos en pie.
Dice Hermann Hesse en El viandante: "Un árbol es vida de la vida eterna". Y añade:"Quien ha aprendido a escuchar a los árboles ya no desea ser un árbol. No desea ser más que lo que es".
Desgraciadamente, nuestra sociedad ya no escucha a los árboles, a la Naturaleza. Preferimos talarlos, convertirlos en insulsos metros cúbicos de madera.Indudablemente, perdemos eternidad.

Tomado de "El Guardabosques, boletín ecológico".

miércoles, 3 de junio de 2009

Los valores ecológicos del cerro de La Cantueña, más amenazados cada día.

Lejos de cumplir con su obligación de conservar los irremplazables valores ecológicos del cerro de La Cantueña, el gobierno municipal de Parla promociona proyectos que degradan gravemente y destruyen estos valores.
Así, las inmediaciones de este cerro, -vitales para la conservación de su biodiversidad- pierden gradualmente cada vez más hectáreas de valiosos hábitats.
De esta manera, dentro del delirante nuevo PGOU de Parla que pretende urbanizar el 79% del término municipal, el gobierno municipal proyecta al norte del municipio una macro-urbanización de 20.000 nuevas viviendas en altura¹, que entre otros impactos ambientales supondrá una aberración paisajística para el entorno de este espacio natural.
El primer paso para desarrollar la macro-urbanización, es dotarla de las infraestructuras necesarias para atraer a la clientela que se interese por estas viviendas.
Así, la primera medida fue el trazado del recorrido y la construcción del tranvía atravesando el futuro emplazamiento de la macro-urbanización, con el pretexto de cerrar el recorrido del mismo. Para ello, no solo se trazó dicho recorrido por las inmediaciones de este espacio natural, -con gran impacto ambiental- sino que se construyeron las instalaciones de las cocheras frente a él, destruyendo una extensión de 24.000 m² de valiosos olivares.
Otro paso, fue proyectar una nueva estación de cercanías denominada “Parla Norte”, para dar servicio a la macro-urbanización, ubicándola frente a este cerro, sin importar el coste ambiental de la misma.
En estos momentos, se desarrolla otro nuevo proyecto de gran impacto ambiental que contribuye a degradar el valioso entorno natural del cerro de La Cantueña. Se trata de las instalaciones del nuevo parque de bomberos de Parla, ubicado a escasos metros de este cerro.
La construcción de la nueva plaza de toros de Parla, en el entorno de esta gran urbanización, con el propósito de crear un lugar donde seguir celebrando corridas- injustificable y cruel distracción-, ha causado un grave impacto ambiental en los valiosos olivares y almendrales colindantes, al haber sido destruidos casi en su totalidad.
Estas arboledas, en buen estado de conservación, eran un hábitat idóneo para la fauna silvestre, especialmente para multitud de aves, que se han visto privadas de un lugar privilegiado.
Por último, nada impide ya dar el paso definitivo -una vez devastadas sus inmediaciones- y transformar el cerro de La Cantueña en un absurdo inmenso parque urbano, acorde con las exigencias de esta gigantesca operación urbanística, arrebatándole sus inmensos valores ecológicos.
Poco le importará a la fauna o a la flora del cerro de La Cantueña, que el agua almacenada en el gran depósito construido para regar el parque sea reciclada o potable, ellos habrán perdido su último refugio.
Y es que, con la instalación de este desproporcionado parque urbano desaparecerán para siempre:
  • Hábitats como los retamares y los matorrales halonitrófilos, -a pesar de estar catalogados por la Directiva comunitaria de Hábitats como de interés comunitario-, y las zonas subesteparias de gramíneas y anuales, -catalogadas como de interés prioritario en su conservación-
  • La variada y valiosa flora del cerro de La Cantueña, con sus 271 especies, -entre las que destacan ciertas especies por su valor biogeográfico: 10 endemismos ibéricos, 5 endemismos ibero-magrebíes y 7 especies que encuentran en este cerro su límite occidental en la Comunidad de Madrid-.
  • La insospechada y rica fauna de este cerro, con sus aproximadamente 110 especies de vertebrados, -es decir, 91 especies de aves, más de 12 especies de mamíferos y 7 especies de reptiles-, y las 167 especies de invertebrados contabilizadas hasta el momento, -entre las que destacan 2 endemismos ibéricos, 1 endemismo ibero-magrebí, 25 especies de mariposas diurnas, algunas muy escasas y localizadas a nivel regional, y más de 10 especies de mariposas nocturnas, entre las que sobresale una especie protegida legalmente por su escasez y por ser la mariposa más grande de Europa-.

Es decir, no solo desaparecería el último refugio de la fauna y la flora al norte del municipio, sino también los paisajes campestres, la esencia natural de este cerro, la herencia de siglos de labores agrícolas y con ella uno de los últimos olivares-almendrales de Parla, cada día más amenazados por el urbanismo descontrolado, todo a cambio de crear un innecesario parque urbano, que satisfaga los intereses de unos pocos.

¿Por qué transformar un espacio natural en un simple parque urbano, cuando la única medida acertada sería la conservación de sus hábitats y la recuperación de los más degradados?.

A raíz de la catalogación del Cerro de La Cantueña, y su entorno inmediato, como “Bien de Interés Cultural “ en la categoría de “Zona Arqueológica”, por parte de la Comunidad de Madrid, según resolución de 23 de septiembre de 1994, Izquierda Unida ha presentado una enmienda al documento inicial de la Agenda 21, consistente en “garantizar la conservación de la zona protegida del cerro de La Cantueña frente a las posibles agresiones”.

Al parecer, a esta formación política únicamente le preocupa que la transformación en parque urbano de este cerro no afecte a posibles restos arqueológicos, menospreciando sus insustituibles valores ecológicos que se perderán con la creación del parque, el cual proyectó en compañía del PSOE.

Así, no solo no ha presentado ninguna enmienda al documento inicial de la Agenda 21, que garantice el cese de las continuas agresiones medioambientales que padece este cerro y su entorno, que lo degradan cada día más, sino que propone en otra de las enmiendas presentadas, solicitar a la Comunidad de Madrid el desdoblamiento de la M-408, carretera que conecta Parla con Pinto, y que discurre frente al cerro de La Cantueña, es decir, propone aumentar la presión medioambiental sobre este frágil espacio natural, cada día mas amenazado.

Las escombreras ilegales, emplazadas en la cima sur del cerro de La Cantueña y a lo largo del camino del Costerón, -tanto en las proximidades de la trinchera del tren de cercanías, como en la cima del cerro de La Cantueña o en el límite norte del municipio, junto a las vías de dicho tren interurbano-, el persistente circuito de MotoCross instalado ilegalmente hace más de una década en las laderas de este cerro o la actual instalación de un nuevo tendido eléctrico, son ejemplos evidentes del absoluto desinterés de los gobernantes municipales por evitar la continua degradación de los valores ecológicos de este cerro.


¹ Nota de prensa del partido Iniciativa Social de Parla-Vientos del Pueblo del 16 de noviembre de 2008. “Denuncian la amenaza que supone el PGOU de Parla para el medio ambiente de la localidad”.

martes, 21 de abril de 2009

¡Participa en la elaboración del Herbario Digital del valle bajo del Jarama y la Sagra madrileña oriental!.

Socios de ARBA del sur de Madrid, estamos elaborando un Herbario Digital del valle bajo del río Jarama y de las campiñas de la Sagra madrileña oriental, el cual una vez terminado formará parte de la web de ARBA, siendo de libre consulta.

Con el propósito de abarcar toda la flora vascular de estos inmensos territorios en el menor tiempo posible, queremos solicitar a los socios y simpatizantes de ARBA que posean fotografías de plantas vasculares (gimnospermas, angiospermas y helechos) de estas zonas, su aportación al Herbario. En la actualidad poseemos más de 300 especies.

Las fotografías deben ser de calidad, pueden aportarse tanto primeros planos como planos generales de la planta en la que se vea su porte, si es posible debe aparecer en cada una de ellas el nombre científico de la especie, localidad donde se hizo la fotografía y autor.

Los municipios que nos interesan son aquellos que forman parte del Parque Regional del Sureste, además de los que forman la Sagra madrileña oriental (Alcorcón, Móstoles, Leganés, Getafe, Fuenlabrada, Parla, Pinto, Valdemoro, Torrejón de Velasco, Torrejón de la Calzada, Cubas de la Sagra, Casarrubuelos, Serranillos del Valle, Griñón, Humanes de Madrid y Moraleja de Enmedio).

Enviar las fotografías al siguiente correo electrónico: dario-melia@hotmail.com indicando “fotos para el herbario”.
Gracias por participar.