miércoles, 3 de junio de 2009

Los valores ecológicos del cerro de La Cantueña, más amenazados cada día.

Lejos de cumplir con su obligación de conservar los irremplazables valores ecológicos del cerro de La Cantueña, el gobierno municipal de Parla promociona proyectos que degradan gravemente y destruyen estos valores.
Así, las inmediaciones de este cerro, -vitales para la conservación de su biodiversidad- pierden gradualmente cada vez más hectáreas de valiosos hábitats.
De esta manera, dentro del delirante nuevo PGOU de Parla que pretende urbanizar el 79% del término municipal, el gobierno municipal proyecta al norte del municipio una macro-urbanización de 20.000 nuevas viviendas en altura¹, que entre otros impactos ambientales supondrá una aberración paisajística para el entorno de este espacio natural.
El primer paso para desarrollar la macro-urbanización, es dotarla de las infraestructuras necesarias para atraer a la clientela que se interese por estas viviendas.
Así, la primera medida fue el trazado del recorrido y la construcción del tranvía atravesando el futuro emplazamiento de la macro-urbanización, con el pretexto de cerrar el recorrido del mismo. Para ello, no solo se trazó dicho recorrido por las inmediaciones de este espacio natural, -con gran impacto ambiental- sino que se construyeron las instalaciones de las cocheras frente a él, destruyendo una extensión de 24.000 m² de valiosos olivares.
Otro paso, fue proyectar una nueva estación de cercanías denominada “Parla Norte”, para dar servicio a la macro-urbanización, ubicándola frente a este cerro, sin importar el coste ambiental de la misma.
En estos momentos, se desarrolla otro nuevo proyecto de gran impacto ambiental que contribuye a degradar el valioso entorno natural del cerro de La Cantueña. Se trata de las instalaciones del nuevo parque de bomberos de Parla, ubicado a escasos metros de este cerro.
La construcción de la nueva plaza de toros de Parla, en el entorno de esta gran urbanización, con el propósito de crear un lugar donde seguir celebrando corridas- injustificable y cruel distracción-, ha causado un grave impacto ambiental en los valiosos olivares y almendrales colindantes, al haber sido destruidos casi en su totalidad.
Estas arboledas, en buen estado de conservación, eran un hábitat idóneo para la fauna silvestre, especialmente para multitud de aves, que se han visto privadas de un lugar privilegiado.
Por último, nada impide ya dar el paso definitivo -una vez devastadas sus inmediaciones- y transformar el cerro de La Cantueña en un absurdo inmenso parque urbano, acorde con las exigencias de esta gigantesca operación urbanística, arrebatándole sus inmensos valores ecológicos.
Poco le importará a la fauna o a la flora del cerro de La Cantueña, que el agua almacenada en el gran depósito construido para regar el parque sea reciclada o potable, ellos habrán perdido su último refugio.
Y es que, con la instalación de este desproporcionado parque urbano desaparecerán para siempre:
  • Hábitats como los retamares y los matorrales halonitrófilos, -a pesar de estar catalogados por la Directiva comunitaria de Hábitats como de interés comunitario-, y las zonas subesteparias de gramíneas y anuales, -catalogadas como de interés prioritario en su conservación-
  • La variada y valiosa flora del cerro de La Cantueña, con sus 271 especies, -entre las que destacan ciertas especies por su valor biogeográfico: 10 endemismos ibéricos, 5 endemismos ibero-magrebíes y 7 especies que encuentran en este cerro su límite occidental en la Comunidad de Madrid-.
  • La insospechada y rica fauna de este cerro, con sus aproximadamente 110 especies de vertebrados, -es decir, 91 especies de aves, más de 12 especies de mamíferos y 7 especies de reptiles-, y las 167 especies de invertebrados contabilizadas hasta el momento, -entre las que destacan 2 endemismos ibéricos, 1 endemismo ibero-magrebí, 25 especies de mariposas diurnas, algunas muy escasas y localizadas a nivel regional, y más de 10 especies de mariposas nocturnas, entre las que sobresale una especie protegida legalmente por su escasez y por ser la mariposa más grande de Europa-.

Es decir, no solo desaparecería el último refugio de la fauna y la flora al norte del municipio, sino también los paisajes campestres, la esencia natural de este cerro, la herencia de siglos de labores agrícolas y con ella uno de los últimos olivares-almendrales de Parla, cada día más amenazados por el urbanismo descontrolado, todo a cambio de crear un innecesario parque urbano, que satisfaga los intereses de unos pocos.

¿Por qué transformar un espacio natural en un simple parque urbano, cuando la única medida acertada sería la conservación de sus hábitats y la recuperación de los más degradados?.

A raíz de la catalogación del Cerro de La Cantueña, y su entorno inmediato, como “Bien de Interés Cultural “ en la categoría de “Zona Arqueológica”, por parte de la Comunidad de Madrid, según resolución de 23 de septiembre de 1994, Izquierda Unida ha presentado una enmienda al documento inicial de la Agenda 21, consistente en “garantizar la conservación de la zona protegida del cerro de La Cantueña frente a las posibles agresiones”.

Al parecer, a esta formación política únicamente le preocupa que la transformación en parque urbano de este cerro no afecte a posibles restos arqueológicos, menospreciando sus insustituibles valores ecológicos que se perderán con la creación del parque, el cual proyectó en compañía del PSOE.

Así, no solo no ha presentado ninguna enmienda al documento inicial de la Agenda 21, que garantice el cese de las continuas agresiones medioambientales que padece este cerro y su entorno, que lo degradan cada día más, sino que propone en otra de las enmiendas presentadas, solicitar a la Comunidad de Madrid el desdoblamiento de la M-408, carretera que conecta Parla con Pinto, y que discurre frente al cerro de La Cantueña, es decir, propone aumentar la presión medioambiental sobre este frágil espacio natural, cada día mas amenazado.

Las escombreras ilegales, emplazadas en la cima sur del cerro de La Cantueña y a lo largo del camino del Costerón, -tanto en las proximidades de la trinchera del tren de cercanías, como en la cima del cerro de La Cantueña o en el límite norte del municipio, junto a las vías de dicho tren interurbano-, el persistente circuito de MotoCross instalado ilegalmente hace más de una década en las laderas de este cerro o la actual instalación de un nuevo tendido eléctrico, son ejemplos evidentes del absoluto desinterés de los gobernantes municipales por evitar la continua degradación de los valores ecológicos de este cerro.


¹ Nota de prensa del partido Iniciativa Social de Parla-Vientos del Pueblo del 16 de noviembre de 2008. “Denuncian la amenaza que supone el PGOU de Parla para el medio ambiente de la localidad”.

4 comentarios:

David dijo...

Me parece que os habéis colado un poco con el tema del parque de bomberos (PB). El emplazamiento del PB se encuentra en una zona delimitada por la carretera M-408 y la línea C4 de Cercanías por lo que se puede considerar esa zona como fragmentada y degrada por los continuos vertidos ilegales (el parque de bomberos impedirá en parte esos vertidos ilegales).

Respecto a las cocheras, decir que de acuerdo a la ortofoto del año 2001, no había más de 20 árboles en esas parcelas.

Por otro lado, por el artículo entiendo que el depósito de agua del CYII es para regar el Parque. Creo que no es correcta esa afirmación debido a que la conducción que se realizó se dirige a Parla y no para hacia el Parque, el cual pertenece a Fuenlabrada y no a Parla y si no recuerdo mal, ya tiene su propia conducción de agua procedente del P.I. Cobo Calleja.

El nuevo tendido eléctrico, se encuentra en la zona más al norte del camino que desciende al PI y pertenece a Fuenlabrada, Parla en eso puede hacer poco aun que desconozco para qué es ese tendido eléctrico (esa última foto sobra por tanto).

Y ya para terminar la parte del tirón de orejas, me gustaría saber de donde has sacado ese inventario de flora y fauna (espero que no sea de libro).

La parte buena es que me alegra de que alguien se moleste en escribir algo sobre lo que le ocurre al entorno en el Sur de Madrid (aun que no comparto ciertas acusaciones).

fdo: 100% ambientólogo

Parla dijo...

La degradación ecológica en Parla y su cada vez más escaso término municipal sin ser arrasado por elasfalto y el hormigón, es total.
NAda más ahy que ver la vergonzosa política de jardinería, en manos de tres empresas privadas con personal escasamente cualificado en su mayoría y sin directrices racionales.
Se planta alguna palmera de ricos quizás, pero qué le vas a padir al Ayuntamiento de Parla que es el mayor arboricida y destructor medioambiental que existe???.
El destrozo del cauce del Arroyo Humanejos, abandonado como si fuera una cloaca y la ingente cantidad de alcorques vacíos MUCHOS DESDE HACE BASTANTES AÑOS, que existen por toda Parla. NI se reponen los árboles, otros muchos torcidos a su suerte, extensas praderas de césped de enorme consumo y mantenimiento, dineral despilfarrado en florecitas de temporada en vez de plantas arbustivas autóctonas que no requieran apenas ni agua ni mantenimiento,
El parque lineal hecho un desastre con el dineral que se han gastado allí. Árboles secos desde hace años, sin carril bici, aceras hundidas por haber cedido el terreno, asperosres rotos de los ue mana el agua todo el día, tramos inconexos, en la zona de Laguna Park aquello es ya lo peor, etc.
Y cuando no, optan por enladrillar el suelo, como ha pasado en muchos alcorques o en espacios de la avenida de América o el borde perimetral del parque del Universo en Parla Este.
Con tanto despilfarro en cargos de confianza triperos e inútiles, podrían contratar un botánico, paisajista o naturalista que ejerciera una eficaz tarea de planificación medioambiental.
En fin, el mayor enemigo del medioambiente es el propio Ayuntamiento de Parla.

arbamadridsur dijo...

Has resumido extraordinariamente la realidad medioambiental de Parla. Se nota que la padeces a diario.
El medio ambiente solo le interesa al gobierno municipal durante las elecciones, entonces si se plantas árboles, sin importar la época del año, entonces todo es propaganda ambiental. Pasadas las elecciones, los árboles se abandonan y acaban secándose. Ya han cumplido con su función de poner en la poltrona a un nuevo alcalde. Luego vendrá la época de las podas salvajes, aunque estén prohibidas en toda la Comunidad de Madrid.
El arroyo Humanejos cada vez más degradado, convertido en la cloaca municipal, con su valioso bosque de ribera amenazado por el ayuntamiento y sus proyectos insensibles con el medio natural.
El cerro de La Cantueña cada vez más confinado por el despiadado urbanismo municipal, el cual pretende destruir sus valores ecológicos con un parque urbano.
Los irremplazables humedales estacionales del término, agonizan bajo la indiferencia de este ayuntamiento. Las estepas cerealistas y olivares desaparecen bajo el hormigón de polígonos industriales y viviendas de lujo.
¿Qué más decir?, la lista es interminable. Pero, el gobierno municipal presume de ecológico.

arbamadridsur dijo...

Has resumido extraordinariamente la realidad medioambiental de Parla. Se nota que la padeces a diario.
El medio ambiente solo le interesa al gobierno municipal durante las elecciones, entonces si se plantas árboles, sin importar la época del año, entonces todo es propaganda ambiental. Pasadas las elecciones, los árboles se abandonan y acaban secándose. Ya han cumplido con su función de poner en la poltrona a un nuevo alcalde. Luego vendrá la época de las podas salvajes, aunque estén prohibidas en toda la Comunidad de Madrid.
El arroyo Humanejos cada vez más degradado, convertido en la cloaca municipal, con su valioso bosque de ribera amenazado por el ayuntamiento y sus proyectos insensibles con el medio natural.
El cerro de La Cantueña cada vez más confinado por el despiadado urbanismo municipal, el cual pretende destruir sus valores ecológicos con un parque urbano.
Los irremplazables humedales estacionales del término, agonizan bajo la indiferencia de este ayuntamiento. Las estepas cerealistas y olivares desaparecen bajo el hormigón de polígonos industriales y viviendas de lujo.
¿Qué más decir?, la lista es interminable. Pero, el gobierno municipal presume de ecológico.