domingo, 4 de octubre de 2009

Respuesta a David desde ARBA-Madrid Sur.

Debido al exceso de caracteres del siguiente texto, ARBA-Madrid Sur contestará desde aquí al comentario realizado por David, relativo a la noticia titulada “Los valores ecológicos del cerro de La Cantueña, más amenazados cada día”, no utilizando en esta ocasión el apartado de este blog destinado a los comentarios.

A pesar de que la zona elegida para el emplazamiento del nuevo parque de bomberos estaba fragmentada por la carretera M-408 y la línea C4 de Cercanías, eso no quiere decir que la zona no tuviese su valor ecológico. Muchas zonas fragmentadas, poseen un alto valor ecológico, pues albergan plantas singulares y/o fauna que dependen muchas veces de estos reducidos lugares para desarrollar su ciclo vital y sobrevivir en un ambiente hostil.
Con la construcción del parque de bomberos, se ha contribuido a confinar más aun los territorios colindantes y el propio cerro de La Cantueña, robando un trozo más de territorio a la fauna y flora que habitaba en él, creando molestias a la fauna de los alrededores, por el transito frecuente de los vehículos del parque. Seguro que este parque de bomberos podría haberse instalado en un lugar más adecuado para no causar un impacto ambiental, pero el valor ecológico que este ayuntamiento otorga al Cerro de la Cantueña, es nulo.
Es incierto que la presencia del parque de bomberos impida, ni siquiera en parte, que los vertidos ilegales continúen, tampoco es la mejor alternativa para solucionar el tema. Si los vertidos se producen, es por falta de sensibilidad y por la dejadez del ayuntamiento de Parla. Una cosa es la propaganda institucional que realiza este ayuntamiento y otra cosa bien distinta es que el tema le parezca realmente importante. Los vertidos desaparecen solo cuando una zona se urbaniza.
Que en estas parcelas no hubiese más de 20 olivos, no quiere decir que estos no tuviesen un gran valor ambiental y ecológico. Estos árboles, eran al menos centenarios, albergaban una comunidad natural cuyo ciclo biológico dependía de estos árboles, los cuales formaban unos de los escasos los olivares que quedaban en Parla ese año. Si en ese año solo había unos 20 árboles, es porque con la construcción de la trinchera del tren de cercanías muchos de estos olivos fueron eliminados, quedando solo esos 20 olivos. De hecho estos árboles pertenecían al extenso olivar que hace años se extendía por toda esta zona, llegando hasta las puertas del barrio de San Ramón.
Es evidente, que para el ayuntamiento de Parla los olivares son una reminiscencia del pasado que estorba a la imagen urbana y moderna que se le quiere dar a Parla, por ello no le otorga el valor ecológico y social que deberían tener. Así cada año, desaparecen más de las escasas hectáreas que hoy quedan.
Te equivocas con tu afirmación, deberías haber leído primero el cartel que existe junto a este depósito de agua. Dice claramente “proyecto de construcción para suministro de agua de riego con agua reutilizable; Municipio de Parla”. Por lo visto no recuerdas, que en el nuevo PGOU de Parla se proyecta en el cerro de la Cantueña la instalación de un nuevo parque urbano, provocando así la destrucción de sus valores ecológicos. Este depósito no tiene otra misión que el riego del parque proyectado.
Claro que la conducción se dirige a Parla, porque es de allí desde donde se trae el agua del Canal de Isabel II para el riego del Parque y se almacena en el depósito. Te equivocas una vez más, el parque urbano que se proyecta en el cerro de La Cantueña, esta ubicado en terrenos del municipio Parla. El ubicado en el término de Fuenlabrada es otro creado anteriormente.
En relación con este nuevo tendido eléctrico, decirte que te confundes de nuevo, este tendido no se encuentra más al norte del camino que desciende al PI, sino al sur del mismo, en lo alto de la meseta de La Cantueña-Buenavista, atravesando los parajes de El Barranco del Lobo-Recuenco, cruzando los términos municipales de Parla y Fuenlabrada.
Lo importante en todo caso, es el impacto ambiental que este tendido causa en la avifauna y el paisaje de los cerros de La Cantueña y de Buenavista, es decir de su diseño y ubicación, no del municipio donde se encuentra o que atraviesa.
Tanto el ayuntamiento de Parla como el de Fuenlabrada deberían impedir el paso de más tendidos por estos territorios, sino es así, es por el nulo valor ecológico que les otorgan. La foto por tanto no sobra, sino que posee un gran valor documental.
Decirte que el inventario de fauna y flora es fruto de una larga investigación personal, que dura ya más de 20 años de esfuerzos, soledades y alegrías. Es ingenuo pensar que la fauna y la flora de estos cerros puedan interesar como para describirlos en un libro, estos territorios no valen nada para la mayoría de la gente, ¿de que libro podrían proceder?. ¿Qué publicación profundiza lo suficiente como para enumerar, al menos, toda la fauna y toda la flora de estos cerros?.
Lo parte mala, es estar prácticamente solo defendiendo y estudiando el Sur de Madrid.

Fdo. ARBA-Madrid Sur.

sábado, 3 de octubre de 2009

El carrizal de Los Albardales sepultado por una gran escombrera

Los Albardales, es un valioso carrizal del municipio madrileño de San Martín de la Vega, (Madrid), que esta siendo sepultado por el ayuntamiento de esta localidad con toneladas de escombros.
Este carrizal, situado a menos de 1km del rió Jarama, se inunda con las aguas de riego sobrantes de los maizales situados en parajes de mayor altitud, así como por las aguas procedentes del acuífero subterráneo.
La mencionada escombrera ha hecho desaparecer ya una gran parte del carrizal y continúa avanzando gradualmente hasta que termine por sepultarlo en su totalidad.
Debido a su gran valor ornitológico, este carrizal estaba declarado por el ayuntamiento como “Reserva Ornitológica de Los Albardales”, siendo gestionado por SEO/BirdLife.
Acogía numerosas especies de aves acuáticas a lo largo del año, así en él se podían observar el ánade azulón (Anas platyrhynchos), la avefría común (Vanellus vanellus), la cigüeñuela común (Himantopus himantopus), la garcilla bueyera (Bubulcus ibis), el andarríos chico (Actitis hypoleucos), la focha común (Fulica atra), la gallineta común (Gallinula chloropus), aguilucho lagunero occidental (Circus aeruginosus), y pequeños pájaros palustres, como el carricero tordal (Acrocephalus arundinaceus), la buscarla unicolor (Locustella luscinioides), el buitrón (Cisticola juncidis), el ruiseñor bastardo (Cettia cetti), el bigotudo (Panurus biarmicus), etc.
Con el carrizal casi desaparecido, solo las especies más adaptables están presentes en la actualidad, aunque no por mucho tiempo.
En cuanto a la flora que actualmente cree en este carrizal venido a menos, destaca la población de malvavisco loco (Lavatera triloba), malvácea endémica de Iberia y el Magreb. La importancia de esta planta radica sobre todo, en ser la única planta nutricia de un insecto endémico amenazado de extinción, el escarabajo–avispa español (Neoplaginotus marcae).
Con el avance paulatino de la escombrera, otra población más de malvavisco loco esta condenada a desaparecer del centro peninsular y con ella una nueva oportunidad para conservar otra población del amenazado escarabajo–avispa español, a pesar de que dicho carrizal se encuentre teóricamente protegido, al estar ubicado en el interior del Parque Regional del Sureste.