viernes, 17 de julio de 2009

Descubrimos un nueva población del escarabajo-avispa español en Pinto (Madrid)

En un artículo publicado en este blog en octubre de 2008, se anunció el descubrimiento de una nueva población de escarabajo-avispa español (Neoplagionotus marcae) en las inmediaciones del arroyo Humanejos, el cual cruza la localidad madrileña de Parla.

El pasado 10 de julio, descubrimos una nueva población de este coleóptero endémico amenazado de extinción en el paraje pinteño de Los Estrágales, a solo
4’5 kms de la anterior localización en línea recta.
Sobre una población de malvavisco loco (Lavatera triloba triloba) de más de 30 ejemplares constituida por plantas de diversas edades, descubrimos hasta 10 ejemplares, alimentándose en dicha malvácea.

Esta nueva localización, contribuye al conocimiento del área de distribución real de este coleóptero amenazado, siendo una oportunidad más para su conservación. Su presencia en el paraje de Los Estrágales, eleva el valor ecológico de este paraje, ya de por sí de alto valor ecológico.

En él, se desarrolla una variada y valiosa flora mediterránea, con numerosos endemismos ibéricos e ibero-magrebíes, y taxones escasos en la región madrileña, como Colchicum triphyllum, Alyssum montanum, Lythrum flexuosum, Echinops strigosus o Cerastium dichotomum, etc., estando algunos de ellos en el límite occidental de su distribución regional, como es el caso de Ephedra nebrodensis.

La fauna también es un elemento a tener en cuenta en este paraje. Los Estrágales constituyen un hábitat inmejorable para especies de hábitos esteparios o acuáticos. Así, multitud de invertebrados, -especialmente lepidópteros y coleópteros-, y anfibios, reptiles y mamíferos, pero muy especialmente aves, -con 133 especies- otorgan a este paraje un alto valor natural.

Característica de estos paisajes abiertos, la avifauna esteparia se encuentra muy bien representada en Los Estrágales. Así, en sus estepas habitan valiosas poblaciones reproductoras de sisón
(Tetrax tetrax), alcaraván (Burhinus oedicnemus), codorniz común (Coturnix coturnix), perdiz roja (Alectoris rufa), búho campestre (Asio flammeus), calandria común (Melanocorypha calandra), collalba rubia (Oenanthe hispanica), etc., pero especialmente de aguilucho cenizo (Circus pygargus), estando considerada esta población la mejor de la Comunidad de Madrid y una de las de mayor calidad de la península Ibérica, tanto por densidad de parejas como por su alta productividad.

Otras aves esteparias, como el cernícalo primilla
(Falco naumanni) o el halcón peregrino (Falco peregrinus) acuden a este paraje en busca de presas. Durante la invernada, pueden observarse ejemplares invernantes de aguilucho pálido (Circus cyaneus) o bandos de avutardas (Otis tarda), alondras comunes (Alauda arvensis) y fringílidos.

Los Estrágales, son un magnífico corredor ecológico para las aves que se desplazan desde el Parque Regional del Sureste a la IBA de “Torrejón de Velasco-secanos de Valdemoro, o viceversa. De esta manera, pueden observarse avutardas, aves rapaces, limícolas, etc. que cruzan este paraje.

Cuando los humedales estacionales que salpican la estepa cerealista se encuentran inundados, son numerosas las aves acuáticas que desarrollan su ciclo biológico en ellos. La cigüeñuela común
(Himantopus himantopus), la avefría común (Vanellus vanellus), el ánade azulón (Anas platyrhynchos), el ánade friso (Anas strepera), la focha común (Fulica atra), la gallineta común (Gallinula chloropus), el chorlitejo chico (Charadrius dubius), el andarríos chico (Actitis hypoleucos), la lavandera boyera ibérica (Motacilla flava iberiae), el buitrón (Cisticola juncidis), etc., se reproducen en estos humedales.

Durante el invierno, se suman a las aves sedentarias otras que acuden a estos humedales para invernar. De este modo, la garza real
(Ardea cinerea), el pato cuchara (Anas clypeata), la agachadiza chica (Lymnocryptes minimus), la agachadiza común (Gallinago gallinago), el chorlito dorado europeo (Pluvialis apricaria), la gaviota sombría (Larus fuscus), o incluso el zarapito real (Numenius arquata) pueden observarse en esta época del año en este paraje.

En otoño y especialmente en primavera, se pueden observar en Los Estrágales el paso migratorio de diversas especies de aves acuáticas que vuelven o se dirigen al norte y centro de de Europa.

Entre estas aves son de destacar la grulla común
(Grus grus), el archibebe común (Tringa totanus), el archibebe claro (Tringa nebularia), el andarríos grande (Tringa ochropus), el combatiente (Philomachus pugnax), el ánade rabudo (Anas acuta), la cerceta carretona (Anas querquedula) o el avión zapador (Riparia riparia), permaneciendo la mayor parte de estas aves unos días en los humedales, mientras reponen fuerzas para continuar su viaje migratorio.

Para terminar, hay que citar algunas especies de aves acuáticas que eligen los humedales de Los Estrágales para alimentarse, entre estas especies son de mencionar el aguilucho lagunero occidental (
Circus aeruginosus), la garcilla bueyera (Bubulcus ibis), la cigüeña blanca (Ciconia ciconia) o el rascón (Rallus aquaticus). Además otras aves, como la avoceta común (Recurvirostra avosetta) y la aguja colinegra (Limosa limosa), veranean en estos humedales.

Resulta increíble la obsesión de ciertos gobernantes y empresarios por realizar proyectos desarrollistas desmedidos, aunque estos signifiquen la destrucción de enclaves naturales únicos. Esta megalomanía y la falta de respeto hacia la Naturaleza que conlleva, ha puesto a Los Estrágales en su punto de mira.

Así, a pesar de tanta riqueza natural, Los Estrágales han despertado la codicia de ciertos empresarios y políticos que ven en este espacio natural otro tipo de riquezas, encontrándose así desprotegidos ante diversos proyectos que constituyen una seria amenaza para su continuidad.

Estos proyectos son: la macro-urbanización “Punctum Millenium”, que ocuparía más 4.000.000 m². , el Espacio del Motor que ocuparía 5.000.000 m²., el cual contaría con un circuito oficial de Fórmula 1 y motociclismo y una ciudad temática en torno al mundo del motor, con pistas de karts, quads, 4x4, trial, escuelas de educación vial, zonas de prueba de coches, centros de ocio, etc., además de la construcción de unas 7.500 viviendas y un área industrial. Y para terminar, la prolongación de la autovía M-410 desde la localidad de Parla en su enlace con la A-42 hasta Valdemoro enlazando con la A-4. Esta infraestructura dividiría Los Estrágales, causando una fragmentación del territorio catastrófica para la fauna.

Resulta inadmisible la desprotección legal que aun hoy en día padecen Los Estrágales, aun poseyendo un alto valor ecológico, lo cual favorece las ansias especuladoras de unos pocos, que anteponen a toda costa sus intereses personales, al bien común, en este caso la conservación de parajes únicos.

Así, parajes como Los Estrágales y otros muchos del sur de Madrid permanecen marginados, al margen de la protección de la Naturaleza que pregonan tantas veces los políticos de turno.

En la actualidad, no existe ni un solo espacio natural protegido legalmente en la comarca de La Sagra oriental madrileña, fiel reflejo del desprecio de la clase política por la Naturaleza de esta asombrosa comarca.

La conservación del amenazado escarabajo-avispa español resultaría milagrosa, ante circunstancias tan adversas.